Cuando hablamos de moda, quizás una de las primeras imágenes que nos vienen a la cabeza es la de Miranda Priestly, el icónico personaje interpretado por la actriz de 71 años Meryl Streep en la película El Diablo Viste a la Moda (2006). Como editora en jefe de la ficticia revista Runway, Miranda emana poder.
Los looks que lució en la película fueron creados por las mejores marcas de moda del mundo, pero fueron los cabellos blancos los que hicieron la imagen del personaje tan emblemática.
Meryl Streep filmó la película cuando tenía 57 años y reveló en una entrevista de la época que su inspiración para el color del pelo vino de Carmen Dell’Orefice, de 89 años, actriz y modelo estadounidense. Dell’Orefice comenzó a modelar a los 13 años y a los 14 posó para Salvador Dalí (1904 – 1989). Hasta el día de hoy, sigue destacando en las portadas de las revistas y en los desfiles de moda. La relación de Carmen Dell’Orefice con el cabello blanco también está relacionada con su fuerza. En la década de 1960, con casi 40 años, la modelo decidió dejar de teñir su cabello después de un episodio en el que su esposo arrancó uno de sus hilos grises de su cabeza. La modelo consideró inaceptable la acción de su esposo y reaccionó, aceptando el color de su cabello y haciendo su imagen aún más memorable.
En el mundo de la moda, es posible encontrar otras mujeres que se han convertido en referentes por sus cabellos, como es el caso de Sarah Harris, editora en jefe de Vogue británica y estrella del street style.
Aceptar los grises es más natural en Europa, pero la tendencia comienza a tener adeptas en Brasil. Marina Bragante, de 40 años, maestra en Gestión Pública por Harvard, es una de las mujeres que han hecho del cabello blanco una de sus marcas registradas. “Decidí que nunca iba a teñir el pelo cuando los primeros grises comenzaron a aparecer. Esto ocurrió alrededor de 2010. De 2015 en adelante, se volvieron cada vez más blancos y con eso llegaron las críticas. La gente dice que me envejecen o que es falta de cuidado. Pero desde hace unos dos años he notado que al mismo ritmo que las críticas llegan los elogios”, cuenta Bragante. Curiosamente, durante este mismo período, un informe publicado por Mintel, una empresa británica especializada en estudios de mercado, reveló que en 2018, el 68% de las mujeres entre 25 y 64 años ya consideraban aceptable tener el pelo gris.
Cuidado
Contrariamente a lo que algunos pueden pensar, aceptar el color natural no es falta de cuidado. Al contrario, requiere atención específica para hidratar y evitar la oxidación del color, que causa el amarillamiento del cabello. “Realizar tratamientos para proteger el cabello del daño es fundamental, ya que los cabellos blancos son más susceptibles a la sequedad, lo que provoca porosidad y frizz.
Para mejorar la salud del cabello, es necesario aportar agua a su estructura con tratamientos con humectantes, ácido hialurónico y colágeno”, dice Cris Dios, responsable de la cadena de salones Laces and Hair, que ha desarrollado un protocolo específico de cuidados para el cabello blanco a base de vitaminas y nutrientes. “La nutrición también es muy importante para mantener el cabello saludable con la reposición de lípidos, en la que usamos aceites, mantecas y siliconas”, agrega Dios.
Con 33 años de experiencia en el cuidado del cabello, la experta revela que en los últimos tiempos ha observado un aumento en el número de clientes que buscan la transición, que puede suceder de diferentes formas. “Poder y libertad es lo que siento cuando veo a una mujer asumir y cuidar su pelo blanco. Esta tendencia tiene todo para ganar cada vez más fuerza en la moda”, dice.